[ Catedral de la Almudena ] Un encuentro buscado [ Carlos Aranda ]

Desde lo más profundo de mi sueño el sonido infernal de la alarma me traía de vuelta al mundo de los vivos, mis manos buscaban a tientas el móvil para acabar con ese terrible sonido.

Cuando el sonido ya había cesado, abrí los ojos, mire que el reloj, eran las diez la noche, ya iba siendo hora de que comenzara a moverme, el tiempo corría en mi contra.

Salí de la cama buscando las zapatillas, me metí en a ducha, deje que el agua poco a poco fuera despertándome y  trajera mi conciencia a este mundo.

Ya duchado me vesti rápidamente , cogí mis llaves , la cartera, algo de dinero y salí de aquel piso que provisionalmente me había buscado para poder descansar , hasta que, enconfrara un sitio en Madrid para convertirlo en mi dominio.

Una vez en  la calle puse rumbo a la Catedral de la Almudena, fui avanzando entre la gente dejando que el olor humano despertara esa sed que comenzaba a apoderarse de mi,  llevaba varios días sin alimentarme, debido a que,  la noche anterior había pisado por primera vez Madrid , la cuál era desconocida para mi en este momento.

Necesitaba información de los cainitas que se movían por aquellas calles, ya que quería lograr una de los objetivos que tenía en mente , localizar a un antigup el clan de los asesinos, ellos mejor podían ser un arma poderosa, aunque un arma de doble filo.

En apenas unos minutos llegué ante la Catedral de la Almudena, la cuál desde hacía un tiempo pertenecía al Sabbat, estuve merodeando por los alrededores durante veinte minutos, si lograba llamar la atención de algún cainita de la ciudad, ya tendría un hilo del que tirar para lograr esa información que andaba buscando.

Sabía que quizás mi comportamiento, dar varias vueltas a la catedral, la manera en que miraba a la gente tarde o temprano llamaría la atención, pero cabía el riesgo quei me considerara un enemigo , aquel era un riesgo que estaba dispuesto a correr.

Busqué un banco cerca de la puerta de la catedral, para de esta manera no perder el control de la gente que entraba y salía, tarde o temprano alguien pulsaría la tecla correcta.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Si es que ya le vale. Menudo sitio para citarse dos desconocidos, ya podían haber arreglado el encuentro en otra parte.  

Comtemplaba como unos gamberros hacían todo tipo de crueles bromas a un vagabundo , que se hayaba tirado insconciente entre unos cartones , cuando justo en ese momento,  bajaba de un coche un hombre de unos cuarenta años largos, un poco más bajo que yo , pero con una musculatura superior a la mía, tenía el pelo negro, las canas empezaban a formar parte de su barba y bigote.

Me levanté del banco cuando observé como aquel caballero tras hablar con el chofer se acercaba a la catedral, durante varios minutos estuvo observando las figuras que decoraban cada cimiento de aquella que yo consideraba que podría ser una fortaleza para un futuro obispo.

Desde luego aquel hombre podía ser perfectamente un hombre de negocios, pues por su aspecto encajaba perfectamente, si mis sospechas resultaban ciertas y conseguía convencerlo , yo sería el negocio perfecto.

Espere hasta que entró en la catedral, segundos después aproveché la llegada de taxis y la multitud para  colarme zigzagueando entre la gente en la catedral, una vez dentro mis ojos se toparon en la lejanía con la figura de aquel caballero apoyado en una columna a unos metros de mí.

Jeliel en unas zancadas recorrió los metros que lo separaban del caballero y tras pararse a una distancia cordial de él,  con su acento francés dijo  sonriendo- - Buenas noches caballero…disculpe las molestias lo llevo observando desde que ha bajado del coche…me preguntaba si usted …representa alguna empresa…por su aspecto diría que lo es - tras una breve pausa dije – no me malinterprete caballero…yo quiero abrir un negocio aquí en Madrid y necesitaría algo de consejo.

Cabía la posibilidad de quizás aquel caballero pudiera darme la oportunidad de expandir un poco más de la red de restaurantes,  no iba a dejar pasar la oportunidad, pues eso sería un paso más hacia Baecelona.

 
 

El caballero tras darme las buenas noches y corresponder mi saludo, hecho que fue de mi agrado, no todo el mundo se paraba a hablar con un desconocido, algunas personas tenían la mala costumbre de esquivarte, no contestarte o hacer como si no existieras.

Sus primeras palabras hicieron que creyera que mi instinto había fallado, pues confiaba que el pudiera ayudarme con lo del restaurante, claro que sabía que un gestor comercial podría ayudarme, pero no era eso lo  que realmente  buscando, pero sabía por donde debía encaminar la conversación.

Tras separarse de la columna , se quedó analizándome unos segundos, esto último fue precavido e inteligente por su parte, que mejor manera para aprender de un desconocido y conocerlo que dejarnos guiar por la imagen que transmite, si algo me había enseñado mi inmortalidad es que había personas que con una simple mirada averiguaban tus secretos más ocultos.

Sus siguientes palabras dibujaron una gran sonrisa en mi rostro, pues la palabra familia revela algo importante para ambos, entendí perfectamente a lo que se refería, y como miembro fiel y seguidor a la secta ,  a la familia había que respetarla y cuidarla.

Ahora quedaba ver que cara ponía  cuando supiera que la persona a la que aquel caballero estaba buscando la tenía delante de sus ojos, fuera causa del destino aquel encuentro iba a resultar muy divertido, puesto aquel hombre podía ser alguien importante y no un simple perro ladrador.

En un mundo como el nuestro aquellos que solo ladraban solo guiaban sus pasos por un camino y era terminar con sus días de inmortalidad.

Miré de nuevo al caballero y dije- Disculpe mis modales caballero….mi nombre es Jeliel…por casualidad del destino…la persona a la que esta buscando …esa cual acaba de llegar a Madrid…..soy yo…..llegue a Madrid la noche pasada…no he pisado nunca esta tierra…por lo cuál no soy más que un pequeño pez …en un estanque desconocido…por eso sino es de su molestia…me gustaría que usted me informara de lo que debe hacer un recién llegado a Madrid….pues aún no he tenido el gusto de conocer a un miembro de la familia….eso si teniendo en cuenta que usted no tenga otros asuntos que reclamen su atención…y que este sea un lugar donde podamos conversar cómodamente…sin ojos en las sombras…aunque las sombras están de nuestro lado… - terminé diciendo con una leve sonrisa en mi rostro.

 
 
 

Una vez que hube terminado de hablar, el caballero antes de decir palabra , contuvo lo que parecía una risa , aunque esto me extraño pasé ese detalle al ver como extendía la mano buscando ese saludo en medio de la noche.

Devolví el gesto , apreté su mano con fuerza y firmeza,  pues el respeto  era algo que me habían inculcado desde bien pequeño por paradojas de esta no-vida había tenido la suerte de ver como eran castigados aquellos jóvenes que faltaban el respeto a los antiguos.

Analicé detenidamente cada una de sus palabras , decidí dejar de andarme por las ramas pues aquel caballero era duro de roer y si quería llegar a ganarme su confianza debía hacerle ver que confiaba en él.

Pensando en las palabras que iba a decir, dejé que mi vista se posara en el palacio que segundos antes había mencionado el caballero, desde luego aquel detalle no lo había pasado por alto y en los días venideros dejaría verme por los alrededores  seguro que allí podría reunir algo más información de Madrid.

Miré de nuevo al caballero y dije-  Empecemos de nuevo caballero…pues creo que ni usted me está entendiendo a mí …ni yo a usted….en primer lugar mi nombre es Jeliel … algunos me conocen por el  nombre de  《 el joven estratega 》…soy chiquillo de Lunnaris una fiel seguidora a la secta...compañera en armas de Moncada…mi llegada a Madrid se debe a una promesa hecha hace ya unos años a nuestro excelentísimo arzobispo- un brillo intenso se hicieron dueño de mis ojos ante la mención del nombre de mi sire y del arzobispo.

No sabía exactamente que pensaría de aquello el caballero, pero aún no había terminado de explicarme- No quero que usted se lo tome a mal…pero me gusta saber el nombre de la persona a la que me estoy dirigiendo- hice una pequeña pausa-   resolviendo ese pequeño inciso...prosigo con su permiso…mi llegada a Madrid se debe a varios motivos…el primero es ponerme bajo el servicio de nuestro arzobispo…el segundo es buscar una persona que quiera invertir en una cadena de restaurantes llamada 《 Bufé NeoParisino 》de la cuál junto a Lunnaris soy propietario… el tercer motivo de mi llegada a Madrid es que he venido a buscar personas en las que poder confiar para poder formar una manada- tras estas últimas palabras recorrí con mi vista los alrededores, no soportaba que terceras personas se metieran en mis asuntos.

Las cartas empezaban a ponerse boca arriba sobre la mesa, de momento yo había enseñado varias de las mías, pero si aquel caballero quería conocer las demás el debía enseñar las suyas pues quien algo quiere algo le cuesta.

Pero aún me quedaba resolver al caballero una duda- Le he pedido consejo sobre Madrid ..de como actuar…como moverme por la ciudad… con que debo llevar cuidado…porque durante toda mi vida.. no he tenido el gusto de pisar tierra Sabbat…pues mis pasos me han guiado … por cuestiones de la Secta…a Barcelona…París…Berlín…Bruselas entre otras  ciudades.. por motivos que tienen que ver con intereses de la Secta…siendo yo la mana ejecutoria de aquellos…que por pequeño que sea el motivo …han traicionado el nombre del Sabbat. .- terminé diciendo de manera fría y  tranquila.